domingo, 17 de febrero de 2013

Capítulo extra (francés)

NI RASTRO DE ENCHUFES

Las doce de la mañana de un sábado anormalmente caluroso en pleno invierno. Las cuatro componentes del grupo se reunieron en la puerta del colegio, con la firme esperanza de acabar con el trabajo lo antes posible, pero en ese momento no sabían lo equivocadas que estaban.
Lentamente entraron al colegio, que estaba lleno, y suponiendo que no iban a encontrar ninguna puerta abierta se dirigieron a una de las esquinas más apartadas del ruido ensordecedor que llegaba hasta sus oídos. En ese momento surgió la primera preocupación, no había ni rastro de los enchufes. El portátil, que una de ellas había llevado, tenía tan solo un 24% de batería, por lo que tendrían muy poco tiempo para grabarse.
Sentadas todas alrededor del ordenador después de haberse repartido ya las frases, se dispusieron a empezar la grabación, pero, mala suerte la suya, la segunda preocupación hizo acto de presencia, el portátil no conseguía leer el vídeo. Y para colmo de males, una vez que consiguieron que se pusiera en marcha el programa, el portátil que se bloquea, impidiéndoles avanzar en su importante tarea. En un intento desesperado dos de ellas iniciaron la búsqueda de un enchufe, misión que dieron por perdida incluso antes de empezar, pero la esperanza era lo último que se perdía.
Una vez estuvieron de nuevo todas juntas decidieron emprender la marcha hacia un sitio cerca de allí conocido como “La casa encendida”, dónde lejos de terminar con sus problemas, los aumentaron, aunque de forma totalmente distinta.
Subieron hasta el segundo piso en busca del silencio, y ya de paso algún que otro enchufe. Y afortunadamente dieron con ello en el rellano situado entre planta y  planta. Con rapidez empezaron a maniobrar con el ordenador y con los vídeos, hasta que al cabo de media hora éste estaba hecho, con la única ausencia de sus voces, para lo cual habían quedado aquella mañana. Realizaron varios intentos, pero todos fallidos, o no se oían con el trajín de la gente subiendo y bajando, o les entraba la risa, las cuales fueron frenadas en seco por la llegada de un segurata advirtiéndolas de que estaba prohibido tener enchufado el ordenador en la toma de corriente. Una vez se hubo marchado el segurata, entre risas las chicas recogieron y con la batería del portátil a la mitad se propusieron encontrar un sitio más tranquilo para poder grabar.
Recorrieron el edificio en su busca, y lo encontraron en la punta más alejada del tercer piso, al lado de un pasillo, que según ellas, tenía aspecto de barco. En ese lugar lo intentaron una y otra vez, hasta que en el límite de la batería del portátil lo consiguieron, dando por terminado el trabajo que más problemas les había dado hasta el momento.
Entre risas y después de tres horas las chicas se despidieron y cada una siguió su camino, de vuelta a casa.

Elian, Elisa, María y Nuria.

1 comentario:

  1. Mon Dieu !!!!! Vaya historia !!!Parece de intriga!!!
    Bien redactado,aunque no queda claro qué vídeo os estabáis disponiendo a hacer. La vidéo de français ???

    Marina (prof)

    ResponderEliminar