INTENTO
FALLIDO
Eran las tres menos veinte del
lunes más largo de todo el curso y en ese instante comenzaba nuestra excursión
al retiro, pero no sabíamos lo que nos depararía el destino.
Con hambre voraz y todo lo rápido
que nos permitían nuestros cansados pies pusimos rumbo a la Puerta del Ángel
Caído, comiendo de mala manera por el camino. Una vez la tuvimos delante,
una duda asaltó nuestra mente. "¿Dónde estaría el punto de información?"
Con este interrogante rondando por nuestra mente, nos fijamos en que un gran
grupo de adolescentes entraban al Retiro, o eso creímos nosotras, por una
puerta lateral, así que, sin pararnos a pensar, decidimos seguirles. Al final
de una corta escalinata, apareció ante nuestros ojos una casita que parecía
sacada de un cuento y con emoción contenida nos acercamos a la puerta pensando
que nuestra búsqueda había terminado, pero en ésta, un papel advertía que
sólo estaba abierto de martes a domingo y para nuestra desgracia hoy era
lunes.
Con esperanzas renovadas después
de la previa decepción, nos percatamos de que la escalinata continuaba subiendo
hasta un edificio más grande y moderno. Pensando que obtendríamos la
información deseada, empujamos las puertas de cristal y entramos en su
interior. Y cuál fue nuestra sorpresa cuando nos encontramos a dos policías
sentados detrás de un escritorio. Aún así la tutora tomó la iniciativa y
preguntó por el mapa del Retiro en el que apareciera la ubicación de los árboles
, aunque una vez dicho esto, la cara de los policías era todo un poema, lo cual
significaba que no tenían ni idea, cosa que pudimos corroborar cuando nos
respondieron "esto es otra cosa". Con risa contenida y muertas de
vergüenza, salimos y, después del malentendido, vimos que había una placa en
la que se leía que aquel edificio era un ministerio.
Al cabo de cinco minutos,
volvimos sobre nuestros pasos hasta la entrada desde donde localizamos una
casetilla y supusimos que allí tendrían algo más de información. Al acercarnos
a preguntar sobre el mapa en cuestión, el hombre que allí había nos proporcionó
otros dos normales y corrientes, lo cual no buscábamos.
Decepcionadas y un poco molestas, dimos por terminada nuestra salida al Retiro.
Otra historia "apasionante" de la Dalias de Fitoatocha.....Gracias por compartirla con nosotros.
ResponderEliminarTexto simpático con buena redacción.
Marina (prof)